Descarbonización en Procesos Industriales y en la Cadena de Suministro
Por: Nicolás Bodek
En la compleja danza de la producción industrial y la cadena de suministro global, los procesos industriales han dejado una huella ambiental profunda. Desde la extracción de materias primas hasta la fabricación y distribución, cada paso contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y al calentamiento global.
En el corazón de la respuesta al cambio climático se encuentra la respuesta evidente pero incómoda: descarbonización. Descarbonizar a la industria no sólo tiene el potencial de mitigarlas emisiones perjudiciales, sino que de abrir la puerta a un modelo económico más sostenible. Redefinir la forma en que producimos y distribuimos bienes es crucial para crear un futuro donde la prosperidad económica esté en equilibrio con el respeto por nuestro entorno, forjando un camino hacia la sostenibilidad y la resiliencia climática.
En el complejo mosaico de emisiones de gases de efecto invernadero, distintos sectores industriales dan forma al paisaje ambiental. Como podemos ver en la figura 1, la producción de energía y la industria manufacturera encabezan la lista, siendo responsables de al menos un 59.2% de las emisiones globales. No obstante, la agricultura, el transporte y la construcción también juegan papeles cruciales; representando el 18.4%, 16.3% y 3% de las emisiones globales respectivamente.
¿Qué nos dicen estos datos? Que nuestras más grandes necesidades como humanos, comida, luz, vestido, movilidad, vivienda) de no ser atendidas con procesos sostenibles, serán también unas grandes enemigas del medio en el que vivimos.
Fig. 1 Emisiones de gases de efecto invernadero por sector, de Our World in Data.
Sectores como la producción de cemento y acero son particularmente intensivos en carbono. Es decir, para continuar consumiendo a los niveles actuales, debemos encontrar formas más limpias de producirlos. Estos sectores, a menudo vistos como los pilares de la economía global, enfrentan el desafío de transformarse hacia prácticas más sostenibles; pues su búsqueda de resultados económicos inmediatos merma la visión de eficiencias operativas en el mediano plazo. No obstante, la innovación, la adopción de tecnologías limpias y la colaboración son esenciales para facilitar el camino hacia una transición industrial más respetuosa con el clima y una economía global más verde.
Uno de los insights más interesantes que nos brinda la distribución de la huella mostrada en la gráfica de Our World in Data es que el 73% de la huella de carbono es electrificable. Esto significa que podemos cambiar procesos de combustión por procesos eléctricos. Mientras logremos alcanzar un mix de generación de energía renovable del 100%, este será el camino con mayores reducciones del impacto que hoy tenemos. Hay muchos retos para lograr alcanzar este hito, pero también hay muchas personas que están buscando las soluciones.
Por otro lado, uno de los obstáculos más significativos que enfrentan las industrias en Latinoamérica, es la falta de conocimiento integral sobre cómo abordar la reducción de su huella de carbono. Desde la medición precisa de las emisiones hasta la identificación de estrategias y proyectos efectivos de descarbonización, muchas empresas carecen de la orientación necesaria.
La complejidad inherente a estos procesos a menudo deja a las empresas indecisas sobre por dónde empezar y cómo avanzar. Existen ya tecnologías emergentes que ayudan a estas empresas a que su camino a la descarbonización sea más fácil y rápido, como plataformas de descarbonización digitales.
La reducción de la huella de carbono en las industrias es un tema desafiante, marcado por obstáculos comunes. La resistencia al cambio, la inversión inicial, la falta de regulaciones claras y la complejidad de los procesos industriales son otros de los desafíos importantes. Superar estos obstáculos requiere un enfoque multifacético y una colaboración proactiva tanto a nivel empresarial como gubernamental.
A pesar de estos desafíos, hay un conjunto creciente de estrategias y tecnologías que las industrias están adoptando para reducir su impacto ambiental. La transición a fuentes de energía renovable, la optimización de procesos para mejorar la eficiencia energética, la implementación de prácticas de gestión de residuos sostenibles y la inversión en tecnologías de captura de carbono son algunas de las soluciones más comunes. Estas estrategias, respaldadas por la innovación tecnológica y la orientación experta, pueden allanar el camino para que las empresas enfrenten y superen los desafíos en su camino hacia la descarbonización.
Descarbonizar las emisiones directas de la industria es muy importante sin embargo, la cadena de suministro de las mismas suele representar un impacto mucho mayor. Según el World Resources Institute (WRI), en promedio el 75% de la huella de carbono de la industria está en su cadena de suministro.
La cadena de suministro desencadena un significativo impacto ambiental a lo largo de diversas etapas, desde la extracción de materias primas hasta la distribución de productos finales. La evaluación de este impacto implica comprender las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de recursos naturales y otros indicadores clave. La transparencia y la medición son esenciales para identificar áreas críticas y desarrollar estrategias efectivas de descarbonización.
En la figura 2 podemos ver la distribución de la huella de carbono en diferentes sectores por los 3 alcances que se miden en la metodología del GHG Protocol. Esta figura del Carbon Disclosure Project (CDP) nos deja ver que predomina el alcance 3 en la mayoría de los sectores, como el alcance con más emisiones. El alcance 3 está totalmente relacionado a la cadena de suministro.
Fig.2 Distribución de la huella de carbono por alcance del GHG Protocol, del CDP.
La colaboración estrecha entre proveedores y clientes se revela como un pilar fundamental para lograr una cadena de suministro verdaderamente sostenible. Este enfoque requiere una comunicación abierta y una comprensión compartida de los objetivos de sostenibilidad. Desde la selección de proveedores comprometidos con prácticas sostenibles hasta la optimización de rutas de envío para reducir la huella de carbono, la colaboración contribuye a crear cadenas de suministro más eficientes y responsables. La implementación de prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro no solo beneficia al medio ambiente, sino que también agrega valor a la marca y responde a la creciente demanda de los consumidores de productos y servicios con conciencia ambiental.
El principal reto en Latino América es la falta de conocimiento en materia de sostenibilidad dentro de grandes, medianas y pequeñas empresas. Las grandes compañías internacionales, obligadas a reportar las emisiones por su regulación local, se enfrentan con la ardua tarea de educar a sus proveedores para asegurarse que ellos puedan reducir sus emisiones y en conjunto alcanzar el tan ansiado Net Zero.
Este proceso suele comenzar por la identificación del nivel de madurez de los diferentes proveedores, categorizarlos e invitarlos a dar los primeros pasos en la ruta de la descarbonización, la medición de la huella de carbono. Posteriormente se busca que estas empresas logren identificar sus fuentes de emisión críticas, áreas de oportunidad, y desarrollen y ejecuten un roadmap de descarbonización. El acceso a financiamiento puede llegar a ser un reto adicional, pero las instituciones financieras han comenzado ya a ofrecer tasas preferenciales para la ejecución de estos proyectos.
En conclusión, podemos decir que hay muchos retos para lograr la descarbonización en la industria y en la cadena de suministro, sin embargo existen muchas tecnologías emergentes que nos ayudan a facilitar estas tareas, permitiéndonos alcanzar las metas globales de reducción de emisiones y fomentando el desarrollo socioeconómico de la región latinoamericana.
Los invito a medir su huella de carbono, como un primer paso, si es que no lo han hecho en su compañía.